Expertos reunidos en la Energy Week 2022 remarcaron que América Latina podría ser clave en el suministro de energía a nivel global, aunque destacaron la necesidad de alcanzar “claridad normativa” para fomentar la inversión en la región.

 

EDICION 108 | 2022

ENERGÍABolivia/Siemens Energy

La Latin America Energy Week 2022 congregó a importantes expertos dedicados a reconocer la enorme potencialidad de la región para exportar energía limpia a distintas regiones del planeta, como parte de una “prioridad estratégica”, tras la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.

 

La coyuntura de la guerra sirvió para que los participantes señalaran que la región puede ampliar su papel en los mercados energéticos internacionales asegurando que, en el corto plazo, puede incluso suministrar petróleo y gas a los países afectados por las sanciones contra Rusia.

 

En esta línea, César Norton, presidente HIF Global Chile, dijo que “existe un consenso sobre las enormes oportunidades en América Latina, la cual reúne las condiciones ideales para exportar a otras regiones. Pero hay que tener claridad normativa para poder realizar estas inversiones.”

 

PRODUCTORES DE ENERGÍA CONFIABLES

 

André Clark, Vicepresidente Senior Hub Latino América, Siemens Energy (Brasil), aseguro que: “En América Latina, muchos de los países son productores de energía confiables, y son también democracias con instituciones sólidas. Estas naciones tienen gran potencial para proveer energía confiable a otros países, ayudándolos en sus transiciones energéticas.”

 

Con todo, distintos líderes del sector energético, finanzas, tecnología y del ámbito público y privado, reconocieron que es mandatorio crear las condiciones adecuadas como una mayor integración regional y convertir las exportaciones de energía limpia en una prioridad estratégica en las agendas públicas de la región.

 

Esto pasaría, por acelerar procesos de integración como una forma de permitir la seguridad energética que nuevamente cobra visibilidad en la reflexión global, aunque quedó claro que aun queda mucho por hacer en todos los ámbitos, precisando que el compromiso de los gobiernos en la definición de los modelos energéticos, la eliminación de las barreras y la aplicación de una normativa que impulse la inversión en energía es crucial para la infraestructura energética, la seguridad y la soberanía.

 

PRIORIDADES ENERGÉTICAS

 

El evento que se desarrolló del 8 al 10 de junio de manera virtual, también permitió el análisis sobre un conjunto de prioridades energéticas clave y sobre los avances alcanzados a nivel de la transición energética, posicionada en la agenda mundial como indispensable para la sostenibilidad del planeta.

 

La Energy Week 2022 logró posicionar la idea de que pese a que la región es un contribuyente menor al cambio climático, al ser responsable de sólo el 5% de las emisiones globales de CO2, se mantienen algunas percepciones erróneas sobre la actuación de la región en materia de reducción de emisiones.

 

Los expertos señalaron que la mayoría de las matrices energéticas de los países latinoamericanos y del Caribe tienen una alta incidencia de la energía hidroeléctrica, aunque hay excepciones refiriendo que, de hecho, la mayor parte de las emisiones en América Latina procede de fuera del sector eléctrico.

 

la transición energética puede servir de motor para la economía de la región, atrayendo inversiones y creando muchas nuevas oportunidades de empleo”

 

 

Dejaron claro que en términos de consumo de energía primaria, aproximadamente el 70% de esta energía proviene de combustibles fósiles. Remarcaron que esto hace que la electrificación de la industria, el transporte y el sector residencial sean una prioridad clave en los esfuerzos para lograr la reducción de carbono.

 

LA TRANSICIÓN COMO MOTOR

 

Bajo estas consideraciones, los participantes dijeron que “la transición energética puede servir de motor para la economía de la región, atrayendo inversiones y creando muchas nuevas oportunidades de empleo.” Destacaron, como ventaja competitiva, las abundantes fuentes de energía eólica y solar de alta calidad, con interesantes costos de generación sin dejar de reconocer el potencial del hidrógeno verde.

 

En esta agenda, el tema de la integración para garantizar la seguridad energética retomó un impulso renovado aunque quedó claro que aun queda mucho por hacer en todos los ámbitos, precisando que el compromiso de los gobiernos en la definición de los modelos energéticos, la eliminación de las barreras y la aplicación de una normativa que impulse la inversión en energía es crucial para la infraestructura energética, la seguridad y la soberanía.

 

ÍNDICE DE PREPARACIÓN PARA LA TRANSICIÓN

 

Como una de las conclusiones importantes se estableció que, en general, América Latina obtiene una puntuación del 22% en el Índice de Preparación para la Transición Energética señalando que esto le da una base sólida, sobre todo porque la cuota de emisiones de la región es baja.

 

Sin embargo, los panelistas precisaron que los retos para América Latina son grandes y que estos van desde la corrección de las percepciones actuales sobre lo que ya se ha logrado, hasta la búsqueda de formas de compensar a la región por la posible pérdida de ingresos por exportaciones de combustibles fósiles.

 

“…la integración para garantizar la seguridad energética retomó un impulso renovado aunque quedó claro que aun queda mucho por hacer…”

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