El Gobierno apuesta a la producción de combustibles ecológicos para poner un freno a la creciente importación de diésel y gasolina, expertos recomiendan coherencia para evitar la deforestación y garantizar una producción sostenible y la transición energética, cuidando de no cometer errores…


EDICIÓN 116 | 2023

Elizabeth Álvares Riva

 

Las nuevas plantas de biodiésel que el Gobierno prevé construir hasta el 2025, en Santa Cruz, son altamente pertinentes y necesarias para enfrentar la creciente importación de diésel y gasolina. Sin embargo, el proyecto, para tener éxito, requiere de una estrategia coherente dirigida a fomentar la agricultura sin incurrir en la deforestación, garantizando una cadena de producción sostenible.

 

Dos especialistas coinciden al indicar que en el país existen las condiciones para aumentar de manera significativa la producción de biodiésel y etanol, asegurando que hay grandes extensiones de tierras degradadas, sobre todo en Santa Cruz, y plantas nativas aptas para la materia prima, sin que se tenga que alterar la exportación de alimentos que actualmente permite importantes ingresos económicos al sector empresarial y al Estado.

 

“Por un lado, está la necesidad de producir más biocombustibles, pero por el otro lado está el hacerlo de manera adecuada, con buenas prácticas agrícolas y de conservación. Se trata de generar infraestructura y sobre todo hacerlo de una manera socialmente aceptable, donde no estén involucrados el trabajo infantil, ni la explotación laboral, tiene que ser una producción bajo ciertas condiciones, ordenada, con beneficio social y económico para el país en el objetivo de lograr la transición energética”, dijo James Johnson, Ingeniero Forestal, consultor en asuntos medioambientales y agrícolas.

 

BIOCOMBUSTIBLES PARA EL MEDIANO PLAZO

 

Alan Bojanic, Ingeniero Agrónomo y representante de la FAO por varios años, sostiene que hay necesidad de tener una agricultura que no sólo reduzca sus emisiones, sino que también pueda aportar, en este caso, con la producción de biocombustibles, para frenar el uso de los combustibles fósiles. “Sabemos que no es posible sustituir todo el diésel y la gasolina que el país importa, y que no es posible hacerlo de una manera rápida, pero también sabemos que esta gradualidad se tiene que dar en el marco del cambio de la matriz energética”, dijo.

 

Los biocombustibles deben tener una mayor participación en el mediano plazo, en la nueva matriz energética, pero en el largo plazo también tendrán que ser sustituidos por energías más limpias, de fuentes renovables, como la energía solar, hidráulica y eólica, entre otras. Del mismo modo, ocuparán un lugar más protagónico los autos eléctricos y los que utilicen energías sin gases de efecto invernadero, según el experto.

 

“Lo que buscamos básicamente es una mayor participación de los biocombustibles, pero debemos saber cómo lograr esa transición energética y cómo llegar a esa gran meta que es la sustitución completa de las energías basadas en los combustibles fósiles” dijo Alan Bojanic. El especialista considera que el proyecto para la implementación de plantas de biodiésel es “altamente pertinente”. Respecto a la inversión de 387 millones de dólares que anuncia el Gobierno dijo que con un buen manejo se puede alcanzar los réditos esperados.

 

“El concepto es altamente pertinente, se trata de ver cómo se administran esos costos. Hay que calcular no sólo el valor del diésel importado que se quiere sustituir, sino también los beneficios sociales y económicos que dejaría en el país. Actualmente, hay un sifonamiento de divisas bolivianas al exterior, entonces, para medir la rentabilidad de este proyecto hay que incluir todas las externalidades”, dijo.

 

“…es necesario tener muy en claro los temas de producción y provisión materia prima, la necesidad que hay para el abastecimiento y el sistema de comercialización y sobre todo las buenas prácticas agrícolas…”

 

¿VALE LA PENA PROBAR?

 

En este emprendimiento, se considera que los cultivos de totaí, la palma aceitera, palma africana, el macororó y cusi, especies nativas, se constituyen en la materia prima para el biodiésel que se busca producir.

 

“Es algo que vale la pena probar, pero tratemos de cometer los menores errores posibles y eso significa, por ejemplo, tener muy en claro los temas de producción y provisión de materia prima, la necesidad que hay para el abastecimiento y el sistema de comercialización y sobre todo las buenas prácticas agrícolas, las prácticas conservacionistas que permitan el mejor manejo posible del tema medioambiental”, recalcó Bojanic.

 

Ambos expertos coinciden en que se debe incidir en la investigación, impulsar los créditos y fortalecer la institucionalidad para dar certidumbre al proyecto e incentivar la participación de los agricultores.

 

“Lo que veo es un proyecto reestructurante de la economía nacional, ya nos hemos acostumbrado a tener una economía extractivista con la exportación de minerales e hidrocarburos, recién se está intentado salir de esa dependencia para tener una economía productiva, pero es vital que se acompañe con un marco institucional”, reafirmó James Johnson.

 

 

…se debe incidir en la investigación, impulsar los créditos y fortalecer la institucionalidad para dar certidumbre al proyecto…”

 


DATOS DE INVERSIÓN EN BIODIÉSEL

 

 

El Gobierno se enmarca en el proyecto referido a la “Implementación de Plantas de Biocombustibles”, el mismo que está contemplado en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 “Reconstruyendo la economía para Vivir Bien, hacia la industrialización con sustitución de importaciones”.

 

La inversión estimada para todo el proyecto, que comprende a la Planta de Biodiesel-1, Planta de Biodiesel 2 y HVO, es de $us 387 millones con una producción de 12 mil barriles por día, que remplazará hasta el 45% del diésel importado. La primera planta que se construirá es la de Biodiesel-1 cuyo costo es de $us 40 millones, con una producción estimada de 1.500 barriles por día, en una dinámica que debe ser cuidasosa con el alza del precio de los alimentos, la creciente competencia por la tierra y el agua, y la deforestación.

 

Por el momento, el Gobierno apunta a producir un combustible más limpio y amigable con el medio ambiente, a partir de aquellos que tienen origen vegetal y aceites usados (UCO) de bajo contenido de contaminantes, afirmando que el nuevo producto contribuirá a reducir la importación y la subvención estatal al diésel.

 

DATOS DE INVERSIÓN EN BIODIÉSEL

 

 

El Gobierno se enmarca en el proyecto referido a la “Implementación de Plantas de Biocombustibles”, el mismo que está contemplado en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 “Reconstruyendo la economía para Vivir Bien, hacia la industrialización con sustitución de importaciones”.

 

La inversión estimada para todo el proyecto, que comprende a la Planta de Biodiesel-1, Planta de Biodiesel 2 y HVO, es de $us 387 millones con una producción de 12 mil barriles por día, que remplazará hasta el 45% del diésel importado. La primera planta que se construirá es la de Biodiesel-1 cuyo costo es de $us 40 millones, con una producción estimada de 1.500 barriles por día, en una dinámica que debe ser cuidasosa con el alza del precio de los alimentos, la creciente competencia por la tiera y el agua, y la deforestación.

 

Por el momento, el Gobierno apunta a producir un combustible más limpio y amigable con el medio ambiente, a partir de los biocombustibles de origen vegetal y aceites usados (UCO) de bajo contenido de contaminantes, afirmando que el nuevo producto contribuirá a reducir la importación y la subvención estatal al diésel.

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