Erosión de los suelos, minería contaminante, plantación de cocales y explotación de la flora y fauna, serían los problemas más acuciantes en Bolivia que cuenta con una ley promulgada en 1992.

 

EDICIÓN 87 | 2020


Raúl Serrano

 

En Bolivia existe un deterioro sistemático del medio ambiente, pese a contar con una normativa para regular los problemas como la erosión de los suelos que amenaza con destruir las ya insuficientes áreas para trabajo agrícola, señala Dámaso Barrera Araya, de la Fundación para la vida.

 

Comienza su análisis señalando que en Bolivia, los grandes problemas ecológicos existentes no coinciden necesariamente con los del resto del planeta; precisando que si bien es cierto que éstos afectan al país, para los bolivianos existen algunas prioridades que deberán ser atendidas con más celeridad.

 

“El problema ecológico es complejo y está en permanente evolución con efectos devastadores en la degradación de la cubierta vegetal, una necesidad cada vez más creciente de alimentos, una mayor utilización y consumo de combustibles fósiles, ligado indiscutiblemente a la necesidad de un mayor desarrollo de la humanidad”, dice.

 

EROSIÓN DE LOS SUELOS

 

“La erosión de los suelos es uno de los problemas más graves en Bolivia, al punto de poder decir, irónicamente, que el suelo es el mayor producto de exportación del país”, señala Barrera. Agrega que las principales causas de aceleración de la erosión son la construcción de caminos en forma inadecuada, el desboque y la tala de arbustos, la quema de la vegetación, el uso de técnicas agrícolas no adaptadas a las condiciones locales (el chaqueo) y el sobrepastoreo en lugares frágiles, produciendo una compactación del suelo que lo hace más susceptible a la erosión.

 

Agrega que el cultivo de tierras marginales y la mala utilización agrícola de suelos en pendiente son todavía más dañinos que el sobrepastoreo. “Los cultivos de maíz y papas en estas tierras, por ejemplo, dejan parte del suelo suelto y descubierto, lo que facilita la acción del agua y del viento”, anota.

 

Para Barrera, las causas principales de la erosión eólica en Santa Cruz son: la eliminación de la cubierta boscosa, sin dejar barreras de árboles que frenen la velocidad del viento; y la preparación mecanizada de los campos de cultivo durante el período de mayor intensidad del viento.

 

“No existe al presente un inventario que cuantifique con exactitud la extensión de superficies erosionadas en el país, si bien se ha estimado en 418.000 Km.2 o sea el 38% de la superficie total”, anota al agregar que no es posible estimar la aceleración de este fenómeno debido a la intervención humana.

 

TARIJA, LA MÁS AFECTADA

 

Sostiene, asimismo, que la región de Tarija es una de las regiones que se encuentra afectada con mayor intensidad por este fenómeno, debido a que escurrimiento superficial del agua en suelo desnudo es del 70%, inclusive en el caso de suelos no saturados por la humedad. “Los valores de abrasión son muy altos, aún en áreas casi planas, arrastrándose hasta 230 toneladas de suelo por hectá- rea y por año. Además, la regeneración de la vegetación natural se ve impedida por la pérdida de semillas que son lavadas y arrastradas por el agua de escorrentía”, explica.

 

Según Barrera, los estudios realizados sobre la cadena andina, el arrastre de sedimentos por el Angosto de Bala, a la salida de los Andes del río Beni, es de 550.000 toneladas por día, agregando que esto permite estimar la erosión mecánica de la Cordillera Andina en 3.000 toneladas por Km.2 y por año. Agrega que tasas superiores de hasta 6.000 toneladas pueden medirse en cuencas menos importantes, como el río Tamampaya, el río Mapiri y el río Alto Beni, que corresponden a una región de mayor pluviosidad, mayor pendiente y una cobertura vegetal reducida, condiciones que determinan una mayor erosión.

 

En los llanos, la carga de sedimentos disminuye, bajo el efecto de la dilución por los afluentes de la selva y, sobre todo, por los fenómenos de sedimentación en los períodos de inundación, dice.

 

CONTAMINACIÓN

 

En cuanto a la contaminación atmosférica en Bolivia refiere que los niveles de contaminación del aire en La Paz y otras ciudades de Bolivia son todavía bajos, si se comparan con otros centros urbanos del continente; sin embargo, añade que en la época seca los campesinos tienen la costumbre de quemar sus campos para la siembra, costumbre generalizada en los pastizales del Beni que ocasionan una bruma permanente por espacio de varios días Precisa que la contaminación del aire se produce por refinerías de petróleo, fundiciones y plantas de volatización minera acotando que los procesos de explotación minera producen polvos de silicio y aluminio que causan silicosis.

 

“Las manufacturas que producen mayor contaminación del aire en Bolivia son las fábricas de cemento y cal, las industrias de transformación de papel, las fábricas de ácido sulfúrico, de jabón y detergentes, las productoras de textiles de algodón, las cervecerías y los hornos industriales; pero en general su impacto es local”, remarca.

 

CONTAMINACIÓN DEL AGUA

 

En relación al cuidado del agua en Bolivia, indica que ninguna entidad realiza programas consistentes para el diagnóstico y el control de la contaminación de los cuerpos de agua, si bien existen muchas instituciones relacionadas con su uso y manejo, lamentando que estas no trabajen en forma coordinada.

 

 

“Se carece, en general, de información precisa sobre el grado y naturaleza de la contaminación. Una de las mayores causas de contaminación en Bolivia es la industria minera. Entre los contaminantes que ésta industria produce se encuentran ácidos, bases, iones metálicos y no metálicos”, precisa al poner en foco el rol contaminante de la minería más aún la de cielo abierto.

 

“Las industrias lanzan también en forma indiscriminada e incontrolada, residuos orgánicos e inorgánicos a los cauces de los ríos. Mataderos, curtiembres, fábricas de alimentos y bebidas y muchas otras vierten residuos no tratados directamente a los ríos que atraviesan los centros urbanos, como el Choqueyapu en La Paz o el río Rocha en Cochabamba”, lamenta.

 

LA PRODUCCIÓN DE COCA

 

Barrera afirma que una de las actividades ilícitas de mayor daño a la población boliviana y al medio ambiente es sin lugar a dudas el procesamiento de la hoja de coca para la obtención de cocaína, porque lanza al agua cantidades importantes de ácido sulfúrico y clorhídrico, gasolina, kerosén, acetona, éter y otros solventes. “Sin embargo, también la lucha contra las drogas contribuye a la contaminación de suelos y agua por el uso de herbecidas de alto poder destructivo para la erradicación de los arbustos de coca”, añade.

 

En esta misma línea sostiene que en Bolivia, la contaminación del agua que más afecta a la población, sobre todo urbana, es la contaminación biológica. Una de las mayores causas de mortalidad infantil en nuestro medio son las enfermedades diarreicas agudas, trasmitidas por el agua. Solamente el 40% de las habitaciones urbanas tienen acceso al agua potable y el 20% tiene algún sistema de disposición de excreta, sea por alcantarillado, pozo ciego o fosa séptica.

 

“En la mayoría de las calles, fuera del centro mismo de las ciudades, las aguas servidas corren al aire libre y sirven de lugar de juego para los niños, cuando no para lavar ropa, utensilios de cocina o enjuagar recipientes para la venta domiciliaria de leche”, destaca dando cuenta de la precariedad institucional en esta materia normada por la Ley de Medio Ambiente 1333, promulgada el 27 de abril de 1992.

 

LA EXPLOTACIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE EN BOLIVIA

 

Por otro lado señala que en el país, a pesar de las disposiciones legales existentes, se continúa cazando animales vedados y se exportan cueros, principalmente de reptiles y de pecarí o chancho de monte.

 

Añade que los animales vivos exportados son principalmente aves de la familia Psittacidae (loros) y del orden de los primates, así como un número considerable de otros mamíferos, reptiles y aves. “Hay 66 especies que deben tratarse de acuerdo a un régimen especial debido ya sea a que se encuentran en peligro inminente de extinción, o porque requieren un plan de manejo para su conservación y utilización racional.

 

“…a pesar de las disposiciones legales existentes, se continúa cazando animales vedados y se exportan cueros…”

 



Aunque no lo dice, la caza indiscriminada de camélidos en el altiplano para la confección de prendas de vestir, es una práctica silenciosa que está diezmando vicuñas, alpacas y llamas en condiciones poco reguladas y/o invisibilizada por algunas disposiciones que autorizan la esquila de animales vivos con el fin de obtener lana de estos camélidos para su exportación a precios de oro en el mercado internacional.

 

RECURSOS FORESTALES

 

Según Barrera, los bosques naturales todavía cubren un área enorme y son una riqueza potencial muy grande en Bolivia. “Estos son principalmente bosques de los llanos orientales y de las laderas húmedas de la cordillera andina. Se estima que Bolivia tiene en sus bosques un potencial de 5.800 millones de metros cúbicos de madera de toda especie y tamaño. En conjunto, las áreas boscosas cubren una superficie de 56.468.000 ha., lo cual equivale al 51,4% del territorio nacional”, afirma pero sin contabilizar la perdida reciente de bosques por efecto de los incendios que continúan maltratando extensas zonas principalmente de la amazonia.

 

“La importancia económica de los bosques reside en su aporte a la generación de divisas, la oportunidad de creación de empleos y la provisión de materia prima para industrias de transformación”, afirma.

 

Reconoce que hasta el presente los bosques han sido objeto de una explotación irracional en todos los lugares accesibles a la intervención humana, poniendo muy en duda su carácter de recurso renovable. “A partir del año 1950, este fenómeno se ha incrementado por la participación de colonizadores y la explotación de maderas. Se afectan anualmente 200.000 hectáreas al año, estimándose que en la actualidad se han deforestado 2.397.449 hectáreas”, señala en su informe.

 

DETERIORO SISTEMÁTICO

 

A modo de conclusión sostiene que en Bolivia existe un deterioro sistemático del medio ambiente por los diversos factores señalados líneas arriba y otros que no están adecuadamente normados en la Ley 1333 de Medio ambiente.

 

En este marco, cita que los principales problemas medio ambientales y los que requieren urgente atención son: La erosión de suelos que amenaza con destruir las ya insuficientes áreas para labores de tipo agrícola y estima que en Bolivia más del 38% de los suelos presentan deterioro; la contaminación del aire que representa una amenaza para el futuro; la falta de saneamiento básico, y la contaminación de ríos y lagos.

 

 

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