Misicuni y Corani garantizan agua para consumo, riego y energía en Cochabamba. Este escenario también podrá satisfacer la demanda de energía eléctrica de todo el país, y reforzar la seguridad eléctrica del Sistema Interconectado Nacional (SIN), según el gerente general de ENDE Corani S.A.

EDICIÓN 106 | 2022

Elizabeth Riva Álvarez

Las dos represas más grandes de Cochabamba, Misicuni y Corani, gracias a una buena temporada de lluvias, llegaron a su máxima capacidad de acumulación lo que permite garantizar la dotación de agua para el consumo, riego y el funcionamiento de las hidroeléctricas.

Corani, que se encuentra en la provincia Chapare, tiene capacidad de 145 millones de metros cúbicos (m3) de agua. Este embalse permitirá a la empresa ENDE Corani S.A., con sus centrales hidroeléctricas ubicadas aguas abajo, suministrar suficiente energía durante este año.

“Actualmente cuatro centrales hidroeléctricas componen la cascada del río Paracti: Corani, Santa Isabel, San José 1 y San José 2; que entre todas aportan 286,75 MW de potencia instalada al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Es decir, que todas estas centrales, hasta fin de año podrán cumplir con la potencia de generación de energía que establezca el Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC)”, explicó Álvaro Herbas, Gerente General de ENDE Corani S.A.

La laguna, que tiene una superficie aproximada de 18 kilómetros cuadrados, considerada uno de los mayores embalses de regulación en Bolivia, se convierte también en un importante atractivo turístico por las caídas de agua provocadas por los rebalses.

“Tener el embalse lleno a esta altura del año, es una muy buena noticia para la población en general, pero también para la industria y otros sectores que requieren de energía eléctrica; este escenario nos permite afirmar que podremos satisfacer la demanda de energía eléctrica de todo el país, y reforzar la seguridad eléctrica del Sistema Interconectado Nacional (SIN)”, acotó Herbas en un boletín institucional.

EL EMBALSE MÁS ALTO

La represa Misicuni, en la cordillera Tunari, es considerada la más alta del país. Actualmente superó su capacidad máxima, 180 millones de metros cúbicos, y comenzó a desfogar excedentes que ya son utilizados en el riego de importantes extensiones de cultivos en el Valle Bajo y Central del departamento.

“Este embalse nos permite garantizar plenamente la generación de energía eléctrica, para el consumo y principalmente para el riego”, dijo en declaraciones a la prensa el presidente del directorio de la Empresa Misicuni, Óscar Zelada.

En abril, el presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, el ministro de Medio Ambiente y Aguas, Juan Santos, y autoridades del sector eléctrico dieron luz verde al proyecto “Construcción del sistema de desfogue de las aguas turbinadas de la Central Hidroeléctrica Misicuni hacia el cauce principal del río Chocaya”, que posibilitará incrementar la capacidad de generación de dicha central a 120 megavatios (MW) y permitirá al Estado ahorrar, entre julio y diciembre de este año, aproximadamente $us13 millones por la reducción del uso del gas en la producción de electricidad.

Este proyecto facilitará también el riego de 370 hectáreas de cultivos en 7 comunidades de los distritos 7 y 8 del municipio de Quillacollo. La obra contempla la instalación de 6,9 kilómetros de tuberías para un desfogue de 1.500 litros por segundo, que fortalecerá la generación eléctrica y la producción agropecuaria en la región.

La Central Hidroeléctrica Misicuni inició sus operaciones en septiembre de 2017 y se prevé que, mediante este proyecto, logre generar 120 MW de potencia que se incorporarán al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Hidroeléctrica Misicuni inició sus operaciones en septiembre de 2017 y se prevé que, mediante este proyecto, logre generar 120 MW de potencia…”

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