El análisis destacó el desabastecimiento de diésel, la subvención gradual de los combustibles y la producción de biodiésel como una alternativa que debería manejar variables complejas para ser viable.

 

EDICIÓN 133 | 2024

Vesna Marinkovic U.

 

Remarcando que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), no tiene la capacidad de conseguir divisas para la importación de combustibles, Jorge Akamine, ex presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, planteó la importación libre, como una medida dirigida a asegurar el abastecimiento seguro de carburantes en Bolivia.

 

A días del comunicado oficial del presidente de la estatal petrolera, Armin Dorgathen, en sentido de que el Gobierno había dado luz verde a siete empresas privadas para la importación de combustible, Akamine dijo que era una medida urgente de corto plazo para paliar la crítica situación de desabastecimiento y comenzar la restitución de acumulación de reservas en el país.

 

En efecto y en un escenario de críticas e incertidumbre generada por la falta principalmente de diésel en Bolivia, los primeros días de agosto el presidente de YPFB informó que la estatal había autorizado a empresas privadas la importación de combustible para su consumo propio, en el marco de lo establecido por los Decretos Supremos 28419 y 4718, que definen los procedimientos para la autorización de importación de hidrocarburos y sus productos refinados.

 

Akamine considera que, además de autorizar a empresas nacionales, el Gobierno debe permitir que el transporte de carburantes también sea delegado a empresas transnacionales que pudieran encargarse de la importación y la distribución de combustibles en Bolivia.

 

En esta misma línea planteó abordar la situación deficitaria de las empresas públicas como una de las muchas medidas de corto plazo que ayuden a estabilizar la situación de crisis en el país, remarcando que se requiere repensar el conjunto de la administración del Estado, como una salida a la compleja situación por la que atraviesa el país.

 

QUITAR LA SUBVENCIÓN GRADUAL

 

La actual presidente del Colegio de Economistas, Claudia Pacheco, sostuvo a su turno, que otra de las medidas que debe asumir el Gobierno para estabilizar la economía es aplicar la subvención gradual a los hidrocarburos, para evitar un impacto traumático a nivel de la población, especialmente más empobrecida.

 

Remarcó que la medida de implementar dos tipos de gasolina con diferente octanaje, como una forma de paliar la economía, no es lo más importante y agregó que la gasolina no es uno de los principales factores que está convulsionando Bolivia, a partir de bloqueos y protestas que tienen como base más bien la ausencia de diésel.

 

“Este tema no se está tocando ni se le está buscando una solución, por lo tanto, es necesario atenderlo y decir realmente que se va a hacer para solucionar la falta de diésel que repercute en el transporte pesado nacional e internacional que tampoco está pudiendo trabajar a cabalidad”, acotó al mencionar que junto a la disponibilidad de diésel es importante autorizar el uso de la biotecnología, para un mayor rendimiento de la producción, como lo vienen demandando varios sectores del agro en el departamento de Santa Cruz.

 

MONEDA DIGITAL

 

Consultados sobre si el sector privado podría usar, por ejemplo, una moneda digital como el USDT, el dólar digital, para proteger sus transacciones financieras sobre todo en un contexto de falta de dólares como el actual, Pacheco fue taxativa al afirmar que es posible y necesario. Sin embargo, remarcó la importancia de contar con una normativa desde el Gobierno que garantice las transacciones.

 

…actualmente la importación es una dificultad puntual para el Gobierno y que mal se podría pensar que se dedique a importar granos para fabricar biodiésel…”

 

“Consiguientemente es posible utilizar las criptomonedas como se utiliza fácilmente un QR que ya se utiliza en otras partes del mundo y que utilicemos la tecnología a nuestro favor”, dijo Pacheco.

 

Al respecto, Akamine indicó que es un tema que ha cobrado importancia sobre todo a partir del levantamiento del veto por parte del Banco Central de Bolivia, sobre los criptoactivos, pero, coincidió con Pacheco en la necesidad de contar con una normativa que regule y proteja las transacciones. Destacó, empero, la trazabilidad que ofrece la monedad digital a tiempo de sugerir una capacitación para evitar situaciones fraudulentas.

 

PRODUCIR BIODIÉSEL O IMPORTAR GRANOS

 

Consultados sobre la viabilidad de la producción de biodiésel en Bolivia, Akamine precisó la importancia de la disponibilidad de materia prima, antes que la puesta en marcha de plantas para hacer efectiva esta alternativa dirigida a sustituir la importación de diésel para el consumo interno.

 

“El tema de la materia prima es una pregunta que nos continuamos haciendo”, dijo y agregó que si solo se va a utilizar soya, la materia prima más disponible al momento, esto podría incidir negativamente en su exportación y en la generación de divisas para el mercado nacional. ¿Cómo hacemos?, consultó al respecto.

 

Sostuvo que una solución para no tener que ampliar la frontera agrícola e incentivar la producción de granos en Bolivia es hacer uso de la biotecnología, demandada por varios grupos del sector agropecuario en Santa Cruz, motivando incluso movilizaciones y bloqueos.

 

Sin embargo, reconoció que esto no es un tema de corto plazo y que la utilización de soya, suspendiendo su exportación para la generación de biodiésel, complejizaría aún más la economía nacional, puesto que se estaría restringiendo el ingreso de divisas al país. En este marco, sugirió que los planteamientos del Gobierno sean más adecuados a la realidad nacional.

 

Claudia Pacheco reconoció que la utilización de la biotecnología es lo más pertinente para no tener que, justamente, ampliar la frontera agrícola en Bolivia. Asimismo, destacó la necesidad de incentivos tributarios para que la producción de biodiésel abastezca la demanda y se pueda exportar. Por el momento, dijo, la CAO requiere 40 millones de litros de diésel mensuales para los últimos cinco meses, ósea 200 millones de litros para garantizar la producción.

 

Akamine admitió que actualmente la importación es una dificultad puntual para el Gobierno y que mal se podría pensar que se dedique a importar granos para fabricar biodiésel por lo que auguró que será la soya la materia prima que será destinada a cumplir las metas de producción de biodiésel en Bolivia.

 

En este marco, ambos reconocieron la complejidad de la situación. Sin embargo, identificaron la inversión, los incentivos tributarios, la materia prima y la sostenibilidad, como los factores fundamentales a ser considerados en la estrategia de producción de biodiésel en Bolivia.

 

“Claudia Pacheco reconoció que la utilización de la biotecnología es lo más pertinente para no tener que, justamente, ampliar la frontera agrícola en Bolivia”.

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