El sector productivo teme pérdidas y encarecimiento de sus procesos, además lamenta que ahora se priorice al mercado extranjero. El Gobierno asegura que la medida busca impulsar la eficiencia energética y el uso de energías renovables.

EDICION 111 | 2022

Elizabeth Riva Álvarez

 

El nuevo Decreto Supremo 4794, que limita a las industrias el uso de gas natural dirigida a la generación de energía eléctrica para consumo propio, pone en alerta a este sector por los efectos que pueda tener esta medida, como el encarecimiento de su producción y la pérdida de las inversiones realizadas. Se advierte, además, que con esta norma se prioriza al mercado externo antes que al nacional.

 

El gobierno alineado en la política de “eficiencia energética” insta a las industrias a adecuarse a la nueva disposición, en un plazo no mayor a un año, y migrar al Sistema Interconectado Nacional (SIN), para alimentarse de energía eléctrica.

 

Ante el malestar empresarial, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) y autoridades del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, acordaron instalar una mesa de diálogo para “coordinar” la flexibilización y aplicación del Decreto. Ambos lados indicaron que esperarán los resultados antes de emitir nuevas declaraciones o anunciar medidas de presión.

 

Empresarios y analistas, sin embargo, consideran que el Ejecutivo optó por la nueva medida debido a la baja en la producción de gas natural, por la falta de exploración, y porque necesita del recurso que estaba destinado a la industria nacional para venderlo a mayor precio a Argentina y Brasil, países con los que tiene compromisos que cumplir.

CAMBIO DE REGLAS

El artículo segundo del DS 4794 dispone que “Se modifica la definición ‘Categoría Industrial’ establecida en el Artículo 6 del Reglamento de Distribución de Gas Natural por Redes que forma parte del Anexo del Decreto Supremo Nº 1996, de 14 de mayo de 2014, con el siguiente texto: Categoría Industrial: Uso del Gas Natural como combustible en establecimientos industriales que tienen como finalidad transformar las materias primas en productos elaborados.”

 

En la antigua norma se lee: “Categoría Industrial: Uso del Gas Natural como combustible en establecimientos industriales que tienen como finalidad transformar las materias primas en productos elaborados, pudiendo utilizar complementariamente el Gas Natural en la generación eléctrica para consumo propio”.

 

Además, el nuevo Decreto, determina en su disposición final tercera que “los volúmenes de Gas Natural que dejen de consumir los usuarios de la Categoría Industrial, en el marco del presente Decreto Supremo, serán destinados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos – YPFB para el mercado que genere mejores ingresos al Estado”.

 

El gerente de la Cainco, Fernando Strauss, considera que el Gobierno está afectando a la industria nacional al quitarle el gas que utilizaba para generar su propia electricidad. “Ahora mediante un decreto supremo cambian las reglas del juego y prohíben a las industrias generar electricidad para autoconsumo, todas esas industrias hicieron inversiones significativas para instalar plantas de autogeneración”, dijo.

 

El representante cruceño advirtió que este cambio puede provocar un incremento del 60% en el costo de energía eléctrica en la producción. “Lo que nos preocupa es que estas son industrias intensivas en el uso de energía eléctrica y por eso el consumidor final también sentirá el incremento”, complementó.

 

Strauss enfatiza que el mismo decreto señala que el gas que se dejará de suministrar a las industrias será de libre disponibilidad de YPFB para venderlo a otros mercados que generen mejores ingresos para el Estado, “dicho de otro modo se quita el gas a los bolivianos para venderlo a Argentina y Brasil”, dijo.

 

EFICIENCIA ENERGÉTICA

 

El Gobierno asegura que esta nueva disposición no busca reducir el suministro ni elevar los precios, sino promover la transición energética porque el Sistema Interconectado (SIN) aprovecha la eficiencia de los ciclos combinados y las energías renovables, como la hidroeléctrica, fotovoltaica, eólica y biomasa.

 

“El suministro de energía continuará en los volúmenes que ellos necesiten para su producción y en el mismo precio, por tanto, los costos (de los productos) no tendrían que variar. La energía eléctrica que ellos recibirán, en este caso si hablamos de Santa Cruz, en la categoría industrial, está el kilovatio hora en Bs 0,58, mucho menor que el kilovatio hora de la categoría domiciliaria que está por encima de Bs 0.80”, declaró el viceministro de Electricidad y Energías Alternativas Édgar Caero.

 

La autoridad sostiene que el país tiene avances importantes en el cambio de matriz energética, y que este Decreto es parte de ese objetivo. “Creemos que tanto el Estado como la parte privada debemos apuntar al cambio de la matriz. El Plan de Desarrollo Económico y Social (Ley 1407) aprobado en noviembre de 2021, nos indica que el año 2025 tenemos que poder cubrir al 75% de la demanda nacional con energías renovables”, dijo.

 

El Viceministro de Energías asegura que el país cuenta con un Sistema Interconectado Nacional sólido, capaz de cubrir de sobremanera la demanda industrial y domiciliaria de electricidad.

 

“El Gobierno ha hecho inversiones importantes, actualmente tenemos 3.800 megavatios instalados de capacidad y Bolivia está demandando alrededor de los 1.600 megavatios, entonces tenemos energía suficiente para atender toda la demanda de electricidad y esto es lo que respalda este decreto”, dijo Caero al complementar que ya no es necesario que las industria generen su propia electricidad, aunque no señaló por cuanto tiempo.

 

El Viceministro apuntó que la norma también impulsa la transición energética, el uso de las energías alternativas y por tanto la reducción de la emisión de CO2, generado por las energías fósiles, para cumplir con los acuerdos internacionales de cuidado del medio ambiente.

 

“Simplemente vamos a hacer el cambio de inyector. Los industriales hacen generación con grupos de ciclo abierto, mucho menos eficientes que lo que tenemos en el SIN, nosotros, en la parte técnica, en los ciclos combinados alcanzamos al 57% de eficiencia, entonces obtenemos de nuestro gas mayor cantidad de energía eléctrica”, reiteró.

 

“Bolivia se está convirtiendo en un verdadero país consumidor e importador, en vez de haber mantenido la posición de exportador neto de hidrocaburos…”

 

BAJA PRODUCCIÓN DE GAS

 

El economista especializado en energías, Alberto de La Reza, sostiene que esta medida responde al “problema energético que ya había sido advertido”. También apunta que se debe ver la diferencia entre “escasez” y “agotamiento” del recurso. Apunta que, en el primer caso, es la falta temporal que puede ser superada con relativa rapidez; pero, el segundo caso, en el que estaría enmarcada la medida del gobierno, se debería a problemas más difíciles de superar, ocasionados por la falta de inversiones oportunas en exploración de gas natural.

 

De La Reza considera que ahora, con el diálogo abierto entre industrias y Gobierno, no sólo se debe buscar medidas paliativas, sino ir al fondo del problema y retomar la exploración de hidrocarburos, pese a que ya hay un tiempo perdido.

 

“Nos encontramos ante una situación crítica, en cuando a reservas, y seguramente ahora el Gobierno está tratando de ver como sustituir las importaciones de combustibles para atender la demanda doméstica. Bolivia se está convirtiendo en un verdadero país consumidor e importador, en vez de haber mantenido la posición de exportador neto de hidrocarburos que se tuvo hasta el año 2003”, dijo el economista que, además, analiza el retroceso de las reservas hidrocarburíferas, en un libro de próxima reedición.

 

Sobre el cambio de inyección de energía a las industrias, de La Reza considera que las unidades productivas sufrirían efectos negativos porque los precios del gas y la electricidad no son compensables, la energía eléctrica es muy cara en Bolivia.

 

“…las unidades productivas sufrirían efectos negativos porque los precios del gas y la electricidad no son compensables, la energía eléctrica es muy cara en Bolivia”

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