Después de un largo silencio y extensas negociaciones, el Estado boliviano apertura la ruta hacia los biocombustibles asegurando que esta llevará hacia la “soberanía energética”…

 

EDICIÓN 101 | 2021

Vesna Marinkovic U.

La demanda exponencial de combustibles fósiles en Bolivia junto a la urgencia de luchar contra el cambio climático, son las causas principales para buscar nuevas formas de sustituir importaciones y, al mismo tiempo, diversificar la matriz energética, principalmente sustentada por gas, dijo Franklin Molina, ministro de Hidrocarburos y Energías, durante la inauguración del Foro Biocombustibles, camino a la soberanía energética, organizado por su cartera y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a finales de noviembre en Santa Cruz de la Sierra.

“Las importaciones y la demanda del mercado interno han ido creciendo de una manera bastante exponencial”, dijo reconociendo, por un lado, la situación de “déficit” del Estado boliviano en el proceso de importar combustibles y venderlo subvencionado en el país; y mencionando, por otro lado, la presión internacional para transitar hacia una matriz energética más limpia y sostenible.

CAMINO A LA SOBERANÍA ENERGÉTICA

De esta forma, Molina dio inicio al foro denominado “Biocombustibles, camino a la soberanía energética”, remarcando que el objetivo de este foro también buscaba tender puentes hacia los sectores agropecuarios e industrial, considerados imprescindibles en la dinámica de desarrollar las materias primas dirigidas a la producción de biocombustibles.

“Entendemos que la hoja de ruta con los biocombustibles va más allá. Cuando nos vemos en un momento de inflexión en el mundo; a causa del cambio climático, surge la necesidad de contrarrestar este fenómeno mediante la transformación y diversificación de una matriz energética más limpia. Es por eso que este programa es un proceso sostenible que impulsa el Gobierno para transformar la matriz energética, generar empleos y reactivar la economía”, dijo Molina ante un auditorio lleno de actores del sector agropecuario, petrolero, empresarial, estudiantes y funcionarios del gobierno nacional.

Bolivia irrumpe al ámbito de los biocombustibles en una gestión que, para algunos analistas, también ha sido promovida por una “crisis alrededor de las reservas de gas natural…”

El dignatario de estado aludió, en esta línea, al proceso de “arduas” negociaciones con el sector cañero del oriente boliviano, encargado de producir la materia prima para la producción de etanol, recordando el primer acuerdo en 2018 y las conversaciones que finalmente concluyeron a finales de 2021 con la suscripción de un acuerdo de compra-venta de 160 millones de litros de etanol, a partir de 2022, formalizando la incorporación de este biocombustible a la matriz energética nacional.

DIÉSEL RENOVABLE

 

En este marco, Molina destacó la realización, durante el primer cuatrimestre de este año, de un estudio de ingeniería conceptual para analizar la construcción de una planta de HVO, concebida para producir aproximadamente 9.000 barriles por día (bpd) de diésel renovable, remarcando que existen tres procesos de licitación vigentes dirigidos a realizar los estudios pre-feed para encaminar la implementación de dicha planta.

 

“Esta biorefinería va a requerir 450.000 toneladas de materias primas por año como son la jatropha, el totaí, el cusi y otros cultivos de los cuales se obtienen aceites vegetales de segunda generación que no son para el consumo humano. Es por ello que se necesita el apoyo de los ministerios de Desarrollo Rural y Tierras, de Desarrollo Productivo y Economía Plural y de Medio Ambiente y Agua, y de los productores agrícolas”, apuntó Molina en la línea de explicar que ese es uno de los caminos para avanzar en la ruta de la sustitución de importaciones.

 

Al mismo tiempo, dijo que de lo que se trata es de alcanzar un “diálogo de ida y vuelta con los sectores productivos”, como señal de la predispoción del gobierno pero al mismo tiempo de compromiso del Estado para llevar adelante un emprendimiento de esta envergadura que generaría más fuentes energéticas con más empleos lo que requeriría del compromiso de todos.

 

EL NUEVO DESAFÍO

 

“El desafío es generar energía limpia que sea amigable con el medio ambiente y con la madre tierra. La implementación de los proyectos de diésel ecológico y renovable coadyuvará en la reducción de costos de subvención del Tesoro General del Estado, contribuirá a mejorar la balanza comercial e incrementará el Producto Interno Bruto en nuestro país”, dijo el presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora al inaugurar dicho evento.

 

“De esta manera pensamos alcanzar una soberanía productiva y diversificación de la producción nacional, sabemos muy bien que este es el camino para la transición energética de combustibles fósiles a los biocombustibles. El desafío es generar energía limpia y, al mismo tiempo, ser amigables con el medio ambiente y la Madre Tierra”, remarcó la primera autoridad del país, luego de un largo período de silencio sobre el tema que intranquilizó al sector cañero involucrado en la producción de biocombustibles para aportar a la transición de la matriz energética de Bolivia.

 

El evento permitió visualizar que, de esta forma, Bolivia irrumpe al ámbito de los biocombustibles en una gestión que para algunos analistas también ha sido promovida por una “crisis alrededor de las reservas de gas natural”, un combustible que apuntaló la sostenibilidad del Estado durante la última década, también por efecto del incremento en los precios de las materias primas.

 

De esta manera pensamos alcanzar una soberanía productiva y diversificación de la producción nacional…”

 

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