Pese a la situación de crisis, el desarrollo de proyectos resilientes y sostenibles para el sector hidrocarburos, minero y energético, sería una prioridad, según el autor.

 

EDICIÓN 125 | 2023

Enrique Ferrufino (*)

 

En el contexto actual, marcado por el cambio climático e incertidumbre sobre la disponibilidadde recursos, el desarrollo de proyectos resilientes y sostenibles para el sector hidrocarburos, minero y energético representa un desafío para la ingeniería y la gestión de proyectos. La eficiencia energética y la optimización de uso de recursos (materias primas, insumos, agua) emergen como pilares fundamentales, no sólo para mitigar los impactos ambientales, sino también para responder a las crecientes demandas de las comunidades locales que se encuentran dentro de las zonas de influencia de estos proyectos.

 

EFICIENCIA ENERGÉTICA: COMPROMISO ECOLÓGICO Y ECONÓMICO

 

La eficiencia energética trasciende el mero cumplimiento ambiental; implementar tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía no solamente mitiga el impacto ambiental, sino que también se convierte en una estrategia a largo plazo para la reducción de costos. Con la previsible tendencia de los gobiernos hacia el incremento de los precios de energía para desincentivar el consumo desmedido y acelerar la inclusión de energías alternativas en la matriz energética, como respuesta a una transición energética cada vez más necesaria, los proyectos deben integrar criterios de eficiencia energética desde su conceptualización, mitigando riesgos futuros.

 

OPTIMIZACIÓN DEL USO DE RECURSOS: REDUCIENDO DEPENDENCIAS

 

La optimización de recursos no sólo busca minimizar el desperdicio, sino que promueve prácticas de reutilización y reciclaje alineadas con los principios de economía circular. Esto implica una cuidadosa definición de procesos productivos, selección de materiales y filosofías de operación desde la conceptualización y diseño de proyectos. Un ejemplo claro es el uso del agua, proyectos donde no se considere la recirculación de este elemento para sus procesos, son más vulnerables al estrés hídrico causado por sequías, causando una alta dependencia de este recurso.

REDUCCIÓN DE IMPACTOS AMBIENTALES Y SOCIALES: COMPROMISO INTEGRAL

 

Los proyectos deben evaluarse exhaustivamente en cuanto a su impacto ambiental, abarcando la protección de la biodiversidad, la gestión sostenible del agua y la reducción de la huella de carbono. Paralelamente, es imperativo valorar y respetar el impacto social, asegurando que los proyectos aporten beneficios tangibles a las comunidades locales, respetando sus usos y costumbres. Actualmente, con la masificación de los medios de comunicación y la inmediatez de la generación de información, impactos ambientales y sociales generados por el proyecto pueden ser causales de rechazo de la opinión pública y eventual fracaso del proyecto.

 

CONCLUSIÓN: HACIA UN FUTURO SOSTENIBLE

 

Desarrollar proyectos resilientes y sostenibles es un camino complejo pero necesario en escenarios futuros cada vez más inciertos. Desde la etapa de diseño hasta la ejecución, operación y mantenimiento, cada inversión en eficiencia y reducción de impactos minimiza riesgos y aumenta las probabilidades de viabilidad a largo plazo en escenarios futuros inciertos.

 

“Los proyectos deben evaluarse exhaustivamente en cuanto a su impacto ambiental, abarcando la protección de la biodiversidad, la gestión sostenible del agua y la reducción de la huella de carbono”

 

(*) Ingeniero Mecatrónico del Tec de Monterrey con especialidad en Gestión de Proyectos. Cuenta con más de 7 años de experiencia en proyectos del sector energético y de hidrocarburos, además de experiencia reciente en proyectos mineros. Actualmente es Gerente Comercial de IPE Bolivia.

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