Planes ambientalistas arremeten contra la generación de electricidad a carbón. La empresa alemana RWE, paradigmática del sector energético, termina seriamente afectada y considera que las compensaciones ofrecidas por el gobierno no son suficientes.

 

  EDICIÓN 85 | 2020


ENERGÍABolivia y agencias

 

En enero de este año, antes de que el planeta tierra se imaginara la peor pandemia de su historia, Alemania concretaba planes llamativos para atender la emisión de gases de efecto invernadero; comprometiéndose al cierre total de las centrales eléctricas a carbón, como una forma de enfrentar las presiones del electorado a favor de la lucha contra el cambio climático.

 

En esta línea, Angela Merkel planteó un calendario auspicioso para acabar con la generación térmica a carbón hasta 2038 en Alemania, generando aprobación entre sectores medioambientalistas que, de no hacerlo, podrían poner a jaque la estabilidad de su gobierno.

 

La decisión gubernamental terminó afectando al gigante energético alemán RWE (Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk AG), fundado en 1898 y considerado el segundo mayor productor de energía en Alemania y cuyas operaciones tienen una marcada dependencia respecto de la generación térmica en base a carbón.

 

RECORTE DE EMPLEOS

 

En este escenario, RWE, la compañía alemana de suministro energético, anunció el recorte de 6.000 empleos, que representa un tercio de su plantilla, hasta el 2030, a consecuencia de la medida que implica el abandono de la generación convencional de electricidad mediante el carbón como fuente de combustible.

 

El País de España informaba que la mitad de esta reducción de empleo, 3.000 puestos de trabajo, se llevaría a cabo a corto plazo, y que la indemnización de 2.600 millones de euros que aseguró el Gobierno alemán, se sitúa muy por debajo de los daños de 3.500 millones de euros que ocasiona a la compañía el abandono de la generación térmica en base al combustible fósil señalado.

 

¿QUÉ HACE LA ALEMANA RWE?

 

Según el portal de la empresa que distribuye energía eléctrica, gas y agua en Europa y América del Norte; y, que de acuerdo a un estudio realizado en 2014 por Carbon Market Data, es responsable del 0,5 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono, esta atraviesa una situación de quiebre en medio de un escenario que comenzaba a exigir medidas para frenar el cambio climático, antes de que la pandemia del COVID-19 moviera todas las fichas del tablero del ajedrez mundial.

 

Pese a todo, la empresa ofrece un portafolio interesante en energías renovables por lo que mantiene el sitial de la empresa más paradigmática de Alemania y, como tal, comenzó a desplazarse a otros continentes aterrizando recientemente en Chile, en América del Sur, con el afán de promover las renovables.

 

Ya en suelo chileno, la empresa anunció el desarrollo de proyectos eólicos y solares como parte de su estrategia global de reconversión de sus fuentes de generación de energía hasta alcanzar la meta de neutralidad de emisiones para 2040, pero, las decisiones del gobierno alemán parecen haber frenado en seco los planes de diversificación de RWE.

 

Sus problemas se agudizaron después que la cumbre del clima, realizada en diciembre de 2019, anunciando un mayor énfasis a favor de la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de efecto invernadero. En el contexto de esa cumbre, el sector energético estuvo en el centro del ojo del huracán y RWE cayó en un 5,43% mientras algunos expertos consideran que ese escenario, junto a las medidas de Merkel, podría agudizar los conflictos vinculados a la compensación por la salida del carbón.

 

“Desde la firma señalan que cuanto más preocupe al Gobierno las cuestiones sobre el clima y más peso tengan las políticas de izquierdas, menor es la probabilidad de que se pague una compensación a la compañía”, señala El País que también refiere que las caídas de RWE han arrastrado al resto de cotizadas.

 

“Las italianas han sido las más afectadas, con caídas del 4,3% de A2A e Italgas y del 4,05% de Hera, mientras que la española Iberdrola ha retrocedido un 3,74%”, precisa agregando que de esta vorágine a favor del clima, “solo han escapado de las caídas la francesa EDF, con una subida del 0,54%, y la austriaca Verbund, que ha cerrado plana.”

 

“…el Ejecutivo ha planteado un calendario para que en 2038 no quede generación térmica por carbón en el país…”

 


Según reportes de prensa, la canciller alemana Angela Merkel suscribió en enero y tras horas de complicadas negociaciones, un acuerdo con los Estados productores de carbón de Alemania y con algunas empresas generadoras para poner en marcha el plan de cierre total de las centrales eléctricas de carbón.

 

Agregan que el Ejecutivo ha planteado un calendario para que en 2038 no quede generación térmica por carbón en el país, manteniendo un compromiso ya adquirido de destinar 40.000 millones de euros a compensar a las regiones más afectadas.

 

“El plan consiste en ayudas directas de 14.000 millones a cuatro Estados (Brandemburgo, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia y Sajonia-Anhalt) de aquí a 2038. A estas cantidades se sumarán otros 26.0000 millones en otro tipo de ayudas. Además, se construirán plantas de gas para compensar la flexibilidad que aportan las térmicas”, señala la prensa, en alusión al vendaval producido por el gobierno alemán, frente a las empresas que, como RWE, tenían su futuro asegurado en base a la generación térmica proveniente del carbón.

 

“…vendaval producido por el gobierno alemán, frente a las empresas que, como RWE tenían su futuro asegurado…”

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