La región debería romper con: el bajón de los precios de bienes básicos; la caída en los volúmenes exportados; y, entre otras cosas, con el cierre de empresas.

 

  EDICIÓN 92 | 2021


ENERGÍABolivia

El Informe Económico Bancario Trimestral No 20 de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN), refiere que América Latina ha tenido una respuesta de política económica que no ha sido satisfactoria, dado que la estrategia de las cuarentenas y confinamientos obligatorios no contaban con una infraestructura de salud y productiva para dicho fin.

 

Hace notar que las escasas habilidades en computación y digitales, así como el limitado acceso al trabajo remoto, internet costoso y de baja calidad (en especial para las poblaciones rurales) e informalidad laboral que aún sigue como tarea pendiente, son algunos de los temas que influyeron en un resultado económico que acerca a la región a una nueva “década pérdida.”

 

Explica que en el período 2010 – 2020, la economía regional creció en promedio a una tasa del 1.28% interanual, constituyéndose como la más baja desde los años sesenta (cuando crecía alrededor de 5.41% promedio interanual). Agrega que “con el actual panorama, la década por venir tiene unos retos colosales ya que, por ahora, se estima que el PIB per cápita volvería a un punto prepandemia en los años 2023 – 2024.”

 

BAJA CALIDAD INSTITUCIONAL

 

En este marco, de un escaso crecimiento, que coloca a la región en una situación poco cómoda para atender las necesidades poblacionales, dado una escasa PTF (productividad total de los factores), la baja calidad institucional vuelve a ser uno de los temas que agudiza la situación de crisis en la región, según este informe.

 

“Acelerar este proceso e impedir que en los próximos 10 años se registre una nueva marca a la baja, es imperioso”, dice Felaban al incidir en que reformas estructurales, mayor favorecimiento del libre mercado, y mayor promoción a la inversión y al comercio internacional, parecen ser caminos que otras regiones del mundo han recorrido con cierto éxito.

 

“Para América Latina, puede ser un camino digno a recorrer, en lugar de condenarse a una nueva década de crecimiento exiguo e insuficiente en el concierto internacional”, sostiene el Informe.

 

PREDICCIONES DE LA ECONOMÍA 2021

 

Por el momento, hace notar que la emergencia del sector salud en la región implicó medidas que afectaron la actividad económica principalmente de la hotelería, transporte y entretenimiento, pese a que durante la última parte del año varios sectores de la economía retomaron una senda de mayor dinámica

 

En el campo de los mercados financieros internacionales, refiere que el año 2020 vio cómo algunas economías de la región continuaron con acceso a los mercados financieros internacionales lo cual “ha generado un momento económico favorable para los bonos soberanos de la región, que han encontrado valorizaciones en los mercados gracias a la reducción de sus rendimientos (yields)”, acotando que esto parece ser favorable en la coyuntura de amplias y crecientes necesidades fiscales.

 

“En ese orden de ideas, existe la posibilidad de que la región enfrentará hacia el mediano plazo algunos inconvenientes dada la magnitud de su deuda pública”, subraya indicando que el cociente deuda/PIB en 2015 promedió 53% en la región, mientras que para el año 2020 se proyecta el mismo indicador en 81% del producto interno bruto regional.

 

ALARMA

 

Señala que esta situación “alcanza un número que prende absolutamente todas las alarmas en el frente fiscal ya que, para reducirlo, muy seguramente será necesario aumentar ingresos (a través de reformas tributarias) y/o morigerar el gasto público (aún cuando los presupuestos fiscales de la región, en su mayoría, tienden a ser inflexibles).”

 

Asegura que la situación se agrava con el desempleo, el cierre de empresas y el bajo recaudo ya ocurrido, afirmando que esto requerirá de paquetes legales y muchas veces constitucionales que, seguramente, exigen un capital político significativo, aunque reconoce que esta variable, por ahora, resulta difícil dadas diversas olas de descontento social y hasta rechazo de ciertos sectores de la población a las medidas gubernamentales para controlar la expansión del virus.

 

ROMPER LOS CINCO CHOQUES DE LA ECONOMÍA

 

Desde esta perspectiva, la región crecería entonces un 4.1% en un escenario que, para muchos, es optimista, dados diversos acontecimientos de mucha resonancia que aún pueden ocurrir.

 

“Estos mismos autores mencionan que, quizás, esta sea una oportunidad para conformar y elaborar un nuevo contrato social en la región”

 


 

Destaca que para el año 2021 será necesario romper con lo que los economistas latinoamericanos Cárdenas, Velasco y Levy consideran son los 5 choques de la economía: a) el bajón de los precios de bienes básicos; b) caída en los volúmenes exportados; c) disminución en las remesas y en el turismo; d) salida de capitales extranjeros; y e) cierre de empresas con experiencia en los mercados.

 

“Estos mismos autores mencionan que, quizás, esta sea una oportunidad para conformar y elaborar un nuevo contrato social en la región, donde la protección social se reestructure buscando universalidad y los temas del mercado laboral dual (mencionado en nuestro informe anterior No 19 2020) sean algunos de los aspectos a mejorar ostensiblemente”, anota.

INFLACIÓN

 

Afirma que un punto importante a comentar es el relacionado con la inflación. Refiere que en el mes de enero de 2021, Perú registró una inflación de 0.81%, registro que resulta ser el más alto en los últimos 4 años y agrega que este número tiene su origen en el aumento de los precios de los alimentos y bebidas, que tiene el mayor peso relativo, avanzó un 1.43% en enero; mientras que los precios de combustibles y alquileres subieron un 1.11%.

 

“Si bien los números están dentro de la meta de inflación planteada por el Banco Central del Perú, este aumento coincide con elevaciones de la inflación recientes y puntuales en Brasil, Argentina y Chile”, remarca.

 

Sostiene que, en caso de una mayor prolongación de los efectos negativos de la pandemia, sumado a un deterioro fiscal, puede conllevar escenarios que compliquen las expectativas inflacionarias en el mediano plazo.

 

“Esto, sin duda, implica importantes desafíos para la política monetaria y las acciones del banco Emisor en materia de liquidez y tasas de interés”, sostiene el Informe.

 

Destaca que la inflación en la región ha venido mostrando recientes repuntes y que en el mes de enero de 2021, 12 países mostraron un aumento en su inflación.

 

Considera que este aumento de la inflación tiene varias interpretaciones: por un lado, un efecto del movimiento de los mercados cambiarios, inflaciones de productos específicos en el campo de la salud y alimentos, y un mejor posible comportamiento de la demanda agregada. Esto, por supuesto, dice, debe ser leído con cuidado por los bancos centrales en momentos de política monetaria expansiva.

 

EL CRÉDITO CRECE

 

Al señalar que el sector bancario sigue siendo afectado por los efectos nocivos de la pandemia, agrega que el crédito crece en promedio real un 2.8% mientras sostiene que buena parte de este crecimiento puede estar explicado por los múltiples programas de financiamiento con garantía pública y de apoyo productivo, que en muchos casos apoyan la nómina o la producción de algunos sectores de la economía.

 

Asegura que, en ese contexto, las utilidades de la banca, medidas en dólares, han caído un total de 50.1% a septiembre de 2020 y prevé ver una baja de las mismas en diciembre y quizás durante buena parte del año 2021.

 

DEUDA PÚBLICA SOBERANA

 

Igualmente, considera que desde el punto de vista del activo, la deuda pública soberana, ha mostrado recientemente unos aumentos en términos de rendimientos (yields) que durante el mes de febrero de 2021 han significado desvalorización de la deuda pública.

 

“Esto sin duda será una fuente de nueva incertidumbre en los balances. De la misma forma, puede mencionarse que las utilidades del sector tendrán una importante porción a ser reinvertidas en temas como renovación y formación de los canales no presenciales, tan importantes en tiempos de pandemia. Esto sumado a incrementos en la cartera vencida y en los niveles de provisiones podrían llegar a reducir el nivel patrimonial a la vuelta de unos meses”, acota.

 

Remarca que la significativa fortaleza patrimonial de la banca, reflejada en niveles de solvencia del orden de 15% promedio en la región, le permite navegar con munición en medio de unos vientos macroeconómicos en contra, aunque aclara que la reducción de utilidades y el menor ingreso financiero (fruto de menor actividad crediticia y volatilidades en el terreno del portafolio financiero desde el lado del activo) dan origen a una reducción de la rentabilidad relativa de la banca.

 

“…la región crecería entonces un 4.1% en un escenario que, para muchos, es optimista…”

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