En América Latina y el Caribe persiste la pobreza energética multidimensional. Pese a que la cobertura del acceso a electricidad es relativamente alta, hay que considerar la calidad del acceso.

EDICIÓN 119 | 2023

ENERGÍABolivia

La energía se está convirtiendo en una nueva industria transformadora, basada en la innovación y la eficiencia, que utiliza fuentes renovables y más limpias, y contribuye a generar empleos de calidad y desarrollar nuevas cadenas de valor para la recuperación de la economía regional, destaca el documento de la CEPAL denominado América Latina y el Caribe, a la mitad del camino hacia 2030. Avances y propuestas de aceleración.

El Objetivo 7 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible está dirigido a garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos. En este marco, la Meta 7.1 busca el acceso universal a servicios energéticos; la Meta 7.2 Aumentar la participación de la energía renovable; la Meta 7.3 Aumentar la eficiencia energética; la Meta 7.a Aumentar la cooperación internacional en energía limpia; la Meta 7.b Ampliar la infraestructura en servicios energéticos modernos.

La CEPAL indica que en la región se observan considerables avances en lo referente a la meta 7.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS), de universalización del acceso a servicios energéticos, aunque persiste la pobreza energética multidimensional. Si bien la cobertura del acceso a electricidad es relativamente alta, hay que considerar la calidad del acceso diferenciada por características socioeconómicas (quintil de ingreso, condición étnico-racial o precariedad de la vivienda) para tener un diagnóstico realista del logro de esta meta.

SOBRE INCREMENTO DE LAS RENOVABLES

Agrega que si bien se han producido avances en relación con la meta 7.2, sobre incremento de la proporción de energías renovables, la matriz energética regional sigue estando basada en gran medida en los combustibles fósiles y sigue siendo vulnerable a choques geopolíticos externos, en particular en el caso de los países importadores de hidrocarburos; asimismo, persisten desafíos instrumentales, regulatorios (subsidios) y de seguridad e integración energética cuya superación permitiría avanzar a la velocidad requerida para alcanzar esta meta.

“La meta 7.3 de aumento de la eficiencia energética requiere atención considerable, al igual que en el resto del mundo, pero al mismo tiempo constituye una gran oportunidad de transformación”, subraya.

RETROCESO EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Destaca que se observa un retroceso en la región en lo referente a la meta 7.a (aumento de la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, las fuentes renovables y la eficiencia energética, y promoción de la inversión en infraestructura en esa área), que es precisamente la habilitante para alcanzar las metas anteriormente mencionadas (véase el diagrama 1).

“A causa de los choques externos recientes, es más evidente la necesidad de incrementar la resiliencia energética y aumentar significativamente la seguridad energética de todos los países de la región. Como consecuencia del conflicto en Ucrania se produjo un pronunciado aumento de los precios del petróleo, el gas y el carbón, y quedó en evidencia la fragilidad del acceso seguro y asequible a la energía, especialmente en los países importadores netos de hidrocarburos, pero también en aquellos cuya matriz presenta una escasa diversificación y una baja proporción de energías renovables”, remarca.

En esta línea considera que América Latina y el Caribe necesita acelerar la transición hacia fuentes energéticas renovables y limpias, reducir la dependencia de la matriz energética total de los combustibles fósiles, en favor de la electrificación, aprovechar todo el potencial de la eficiencia energética y universalizar la cobertura con un servicio de calidad y sin intermitencias.

La CEPAL plantea acelerar la transición energética de la región sobre la base de cinco pilares y detalla las políticas públicas que acompañan a la propuesta de transición y transformación del motor energético del desarrollo, que posibilitarían el logro de las metas del ODS 7.

CONCLUSIONES

Según este informe, América Latina y el Caribe muestra avances sustanciales en lo referente al cumplimiento del ODS 7. Indica que el acceso a servicios energéticos de electricidad es relativamente alto y que se incrementó de manera significativa la proporción de energías de fuentes renovables en la matriz energética, que, aun así, sigue estando altamente basada en combustibles fósiles y siendo vulnerable a choques externos.

“La CEPAL propone políticas públicas que sean implementadas a nivel nacional, entre las que se destaca un fuerte impulso a la inversión, que universalice la cobertura eléctrica renovable…”

Señala, por otra parte, que aún persiste la pobreza energética multidimensional y que se observa un rezago en materia de eficiencia energética en casi todos los sectores. “Todos estos desafíos regionales presentan, al mismo tiempo, oportunidades de transformación frente a las cuales se debe actuar inmediatamente”, anota.

 

“La significativa reducción de costos de las tecnologías de producción de energías renovables y de almacenamiento, aunque representa un cambio importante, no es suficiente. Se necesita un nuevo ecosistema institucional y regulatorio, sistemas de gobernanza eficaz y una planificación energética nacional de largo plazo, que incrementen sustancialmente el peso de las energías renovables, la eficiencia y la electrificación, mejorando la calidad del servicio y aumentando la seguridad y la resiliencia energética ante los choques externos. Igualmente, es crucial destrabar el financiamiento y las alianzas público-privadas y comunitarias que impulsen la transición energética inclusiva, justa y sostenible para todos, acelerando el logro de las metas del ODS 7”, precisa.

 

La CEPAL propone políticas públicas que sean implementadas a nivel nacional, entre las que se destaca un fuerte impulso a la inversión, que universalice la cobertura eléctrica renovable, genere nuevos empleos verdes y reduzca las emisiones de GEI mediante el incremento de las energías renovables y el mejoramiento de la infraestructura. Sostiene que la nueva industria de energía renovable, generación distribuida y en red, electromovilidad e hidrógeno verde se constituye en un nuevo motor de transformación de la economía de la región, contribuyendo así al desarrollo sostenible, sin dejar a nadie atrás.

 

…quedó en evidencia la fragilidad del acceso seguro y asequible a la energía, especialmente en los países importadores netos de hidrocarburos…”

 

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