Las economías de América Latina y el Caribe se encuentran en una encrucijada: al desafío de dinamizar un crecimiento sostenible e inclusivo, se suma el de contener las presiones inflacionarias y la volatilidad cambiaria que están experimentando muchas economías de la región

 

EDICIÓN 104 | 2022

CEPAL

 

En el contexto de la crisis provocada por el COVID-19, las autoridades monetarias de la región lograron ampliar significativamente la gama de instrumentos a su disposición para impulsar políticas expansivas, refiere el documento de la CEPAL denominado Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2021 que permite conocer tendencias también para 2022.

 

Sostiene que los instrumentos convencionales, como las reducciones de las tasas de interés, las modificaciones de las tasas de encaje legal y el fortalecimiento de los mecanismos para promover la intermediación financiera, se complementaron con instrumentos menos convencionales, como la compra definitiva por parte de los bancos centrales de títulos privados y públicos en manos de las instituciones financieras, la transferencia de recursos directamente al sector público y el actuar como cogarante de préstamos con garantía del Estado.

 

NORMATIVAS MARCOPRUDENCIALES

 

Además, indica que se adecuaron las normativas macroprudenciales para preservar la estabilidad del sistema financiero y el buen funcionamiento del sistema de pagos y aminorar el impacto de los riesgos sistémicos sobre el desempeño de las economías de la región.

 

“Es así como se estimularon la flexibilización en el tratamiento de reprogramaciones de deuda y las provisiones, los requerimientos normativos de liquidez, capital y amortiguadores (buffers) de conservación y contracíclicos, líneas de crédito de liquidez condicionales a colocaciones”, dice.

 

“…el reto al que se enfrentan las autoridades monetarias de la región en la actual coyuntura es contener el aumento de la inflación y de la volatilidad cambiaria…”

 

 

Remarca que, de igual forma, se aumentaron las intervenciones en los mercados cambiarios, modificaciones de las tasas de encajes a los depósitos y la adopción de medidas de regulación de los flujos de capitales. En general, asegura que estas acciones fueron acompañadas por el establecimiento de acuerdos para el canje de monedas con bancos centrales de fuera de la región, así como de la ampliación de las facilidades crediticias ofrecidas por los organismos internacionales.

 

AUTORIDADES MONETARIAS

 

Afirma que los esfuerzos de las autoridades monetarias encaminados a sostener la demanda agregada de las economías de la región se vieron favorecidos por niveles de inflación históricamente bajos, así como por el mayor acceso a financiamiento externo en condiciones favorables de algunas economías de América Latina y el Caribe.

 

Sin embargo, destaca que desde mediados del segundo semestre de 2020 la región ha venido experimentando un proceso de aumento en las tasas de inflación, que se ha intensificado en los primeros nueve meses de 2021.

 

Dice que esta alza de la inflación ha reducido el espacio con el que cuentan las autoridades de la región, al crearse un dilema entre los objetivos de la política monetaria. “Por un lado, se mantiene la necesidad de sostener políticas que impulsen el crecimiento económico y la generación de empleo. Por otro, es necesario adoptar políticas que atenúen las presiones inflacionarias y la volatilidad cambiaria”, apunta.

 

“Así, el reto al que se enfrentan las autoridades monetarias de la región en la actual coyuntura es contener el aumento de la inflación y de la volatilidad cambiaria, sin que ello atente contra las perspectivas de crecimiento económico de las economías de la región, más allá del resultado observado durante 2021”, subraya.

 

REDUCCIÓN DEL CRÉDITO

 

En este contexto, señala que las autoridades monetarias de la región han tendido a reducir la intensidad de las políticas que promueven el crecimiento del crédito y de la demanda agregada, aunque en líneas generales estas se mantienen expansivas.

 

“Ello ha supuesto, en algunos casos, aumentos de las tasas de referencia de la política monetaria, así como reducciones del ritmo de crecimiento de los agregados monetarios. Sin embargo, en general, durante 2021 las tasas reales de referencia de la política monetaria se mantienen negativas y los agregados monetarios siguen creciendo a un ritmo mayor que en el período prepandemia”, concluye el análisis ofreciendo una gráfica para entender el comportamiento durante 2022.

 

“…mayor acceso a financiamiento externo en condiciones favorables de algunas economías de América Latina y el Caribe”

 

 
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