La nación más grande del mundo tiene en vilo a toda la humanidad. Algunos analistas dicen que se trata de un movimiento tectónico para recomponer el poder a nivel planetario y la gestión de los recursos energéticos, una pieza clave para arrancar una nueva guerra…

EDICIÓN 104 | 2022

Raúl Serrano

Rusia parece tener un perfil tradicionalmente ostentoso, trágico y violento: para muestra, la sangrienta coronación del último Zar, Nicolas II y Alexandra Feodorovna Romanova, en mayo de 1896 que se inició trágicamente con la avalancha de Khodynka y concluyó de la misma manera; con el fusilamiento desquiciado de los últimos miembros de la dinastía Romanov, dando paso a la rusa Bolchevique que, con Stalin a la cabeza, constituyó una de las autocracias más nefastas de la historia de la humanidad, entre 1922 y 1953.

Hoy es la nación más grande del mundo y limita con países de Europa y Asia, al igual que con los océanos Pacífico y Ártico. Su territorio va de la tundra, pasando por el bosque a las playas subtropicales. Es reconocida no solo por sus ingentes recursos hidrocarburíferos sino también por su peculiar arquitectura, su orfebrería, su pintura y escultura además de otras expresiones artísticas como el ballet Bolshói de Moscú y Mariinski de San Petersburgo.

La icónica ciudad de San Petersburgo fue fundada por Pedro el Grande, y ostenta el Palacio de Invierno de los zares, de estilo barroco y que actualmente alberga parte de la colección de arte del Museo del Hermitage, una sobrecogedora muestra de arte viviente.

Piort Ilich Chaikovski, el músico y compositor ruso, autor de obras maestras como El lago de los cisnes, Cascanueces y la Bella Durmiente, es otra de las expresiones más emblemáticas de la calidad artística de este atormentado país que junto a los escritories Fiodor Dostoievski y León Tolstoi, representan a una Rusia que cíclicamente parece hacerse pedazos.

ESTRUCTURA DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO

La Ficha País de Rusia indica que con el objetivo de diversificar su economía y disminuir la dependencia de los hidrocarburos, que representó en 2018 el 9,9% de su PIB y el 46,8% de sus exportaciones, el Gobierno Ruso ha venido adoptando en los últimos años una estrategia de sustitución de importaciones y autoabastecimiento a través de políticas que incentivan la inversión extranjera y ponen trabas técnicas a la importación.

Señala que se facilitan ayudas a los inversores que incorporen en su producción un determinado porcentaje de productos de fabricación rusa y se favorecen las ofertas de empresas establecidas en Rusia en las compras públicas, frente a las ofertas presentadas por empresas radicadas en el extranjero.

“Si se analizan los salarios en términos nominales se puede concluir que el salario medio experimentó crecimientos los últimos años hasta 2020. En términos reales, el crecimiento ha sido negativo debido a las elevadas tasas de inflación, si bien estas van acercándose en la actualidad al objetivo fijado por el Banco Central del 4%. La crisis sanitaria ha contraído bruscamente la evolución de los salarios. No obstante, se espera que éstos vuelvan a crecer en los próximos ejercicios”, agregaba, antes del conflicto con Ucrania.

Este documento no deja de destacar que existen grandes diferencias en el salario dependiendo de la región, agregando que el distrito federal central es el lugar en el que se paga un salario mayor, mientras que en el distrito federal del Cáucaso Norte se pagan salarios más bajos.

“Si se analiza por sectores, los mejor remunerados son: productos del petróleo y sus derivados, actividades financieras y sector de la energía en general”, precisa.

Agrega que de acuerdo con la “Higher School of Economics” de Rusia, un 3% de la población ostenta el 89% de los activos financieros, el dinero y el ahorro, lo que muestra de manera inequívoca las desigualdades que sustentan el sistema social ruso, acotando que la crisis económica, generada por el COVID, provocó que las empresas en vez de despedir personal redujeran sus salarios contribuyendo esto a una menor capacidad adquisitiva de la clase media y baja rusa.

COYUNTURA ECONÓMICA

Destacaba, antes del conflicto que hoy ha puesto en vilo a todo el mundo, que según el FMI, el doble shock que supone para la economía rusa la pandemia COVID-19 y los bajos precios del petróleo desde comienzos de 2020, resultará en una contracción del PIB anual de un 3,6% frente al crecimiento del 1,9% previsto antes de la crisis, si bien la economía crecerá un 3% en 2021 y un 3,9% en 2022.

“El número de desempleados solo ha aumentado hasta el 6,3% de la población activa. El saldo presupuestario, por su parte, se tornará este año en un déficit del 4,1% del PIB, que se reducirá hasta el 1,8% en 2022”, acota.

Asimismo, refiere que el Gobierno Ruso aprobó un plan anticrisis 2020-2021, ampliamente elogiado por el FMI por su efectividad y que consta de tres fases: la primera, conseguir estabilizar la economía antes de terminar 2020; la segunda, pretende completar la recuperación económica hasta el 1 de julio de 2021; y la tercera, registrar un crecimiento sostenible a partir del 1 de julio de 2021.

Sostiene que al margen de las medidas de apoyo social, cabe destacar el impulso a los grandes proyectos de inversión en infraestructuras de transporte (carreteras y autovías) y energéticas con la emisión de bonos de infraestructura por 12.881M€ hasta 2024, la reducción del IVA para el sector hotelero y organizaciones turísticas, así como apoyos para reducir el coste del transporte aéreo y ferroviario.

Indica que se establecen mecanismos para compensar parte de los costes de homologación y certificación de productos que se exportan y el desarrollo de instrumentos financieros de largo plazo. “El plan incluye doce medidas dirigidas a la sustitución de importaciones. El aumento del volumen de compras públicas para ayudar a los productos rusos (en especial, de PYMES), a los que se asignan cuotas de suministros”. Señala que para ello se introdujeron enmiendas en la Ley 44-FZ, de compras públicas y en la Ley 223-FZ, de adquisiciones de las empresas públicas.

“Previo a la pandemia, como la economía rusa venía creciendo a una tasa relativamente baja del 1,5%-2% anual, el Gobierno aprobó en 2018 los proyectos nacionales” para imprimir un mayor dinamismo, un ambicioso plan de inversión pública en infraestructuras, salud y educación con cargo al Fondo de Desarrollo. El gobierno de Mishustin los ha redefinido para conseguir un mayor retorno de la inversión y se han convertido en la mejor muestra para estimular la economía.

Se observa un progresivo incremento del peso de China como socio comercial de Rusia en los últimos años, en detrimento de la UE”

EXPORTACIONES

Refiere que las exportaciones rusas en 2020 ascendieron a 320.447 millones de dólares, lo que supone una caída del 23,7% respecto a 2019, motivada por la caída del volumen y precio de las exportaciones energéticas, que representaron en 2020 un 45% del total de exportaciones. Las importaciones alcanzaron los 231.155 millones de dólares en 2020, registrando una caída del 9,2%, lo que permitió que 2020 se cerrara con superávit comercial y también con un superávit por cuenta corriente del 2% del PIB, si bien más reducido que el superávit del 3,8% registrado en 2019.

“Se observa un progresivo incremento del peso de China como socio comercial de Rusia en los últimos años, en detrimento de la UE. La UE continúa siendo el principal socio comercial e inversor en Rusia, pero China amenaza con desbancarla puesto que, actualmente, Rusia representa el 6% del total de la inversión de China en el exterior”, dice como prolegómeno de lo que viene siendo actualmente el relacionamiento entre ambos países.

POLÍTICA

El actual presidente es Vladímir Putin, que llegó al cargo en 2012 sucediendo a Dmitri Medvedev (2008-2012), después de haber ejercido la Presidencia durante dos mandatos entre 2000 y 2008.

Precisa que Rusia continúa siendo un actor de primer orden en el concierto internacional, habida cuenta de su pertenencia al Consejo de Seguridad de las NNUU como miembro permanente (con derecho de veto), así como su poder militar (incluyendo su condición de potencia nuclear) y su potencial económico, basado especialmente en sus ingentes recursos naturales sobre todo, energéticos y en su capital humano, si bien éste está en declive debido al descenso demográfico padecido a lo largo de los últimos años.

Hace notar que desde los años 90, Rusia y la UE han ido tejiendo un estrecho entramado de relaciones, fundamentado en el “Acuerdo para el partenariado y la cooperación” de 1994 (en vigor desde 1997), que permitió la institucionalización del diálogo entre Rusia y la UE en distintas esferas.

Remarca que en 2014, la mitad de las exportaciones rusas se dirigían a la UE, mientras que la UE era la primera inversora extranjera en Rusia y varios miles de empresas de los países miembros de la UE se implantaban en Rusia. En 2010 se había lanzado el “Partenariado para la modernización” UE-Rusia, que pretendía impulsar la reforma de la economía rusa para hacerla más abierta y competitiva.

“Pese a los intensos lazos de cooperación desarrollados durante todos esos años, desde 2014 se produjo un grave distanciamiento entre Rusia, por un lado, y la UE y EEUU, por otro, debido a su anexión ilegal de Crimea en 2014 (Resolución 68/262 de la Asamblea General de las NNUU) y a sus acciones desestabilizadoras en el Oriente de Ucrania desde ese año”, subraya.

La situación actual de Rusia, en el concierto mundial y hasta el cierre de la presente edición es más que incierta, declarada la guerra a Crimea, el país miembro de la Unión Soviética y por donde circula alrededor de un tercio del gas que Rusia transporta hacia el viejo continente.

“…las exportaciones rusas en 2020 ascendieron a 320.447 millones de dólares, lo que supone una caída del 23,7% respecto a 2019…”

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