EDICIÓN 92 | 2021

Vesna Marinkovic U.

Sin embargo y pese a las limitaciones emergentes de la pandemia, Bolivia ha venido avanzando hacia una matriz energética más amigable con el medio ambiente a través del aprovechamiento de sus fuentes renovables, señala el experto.

1Cuál el estado del acceso a la electricidad en Bolivia en general y si considera que la pandemia ha agudizado las asimetrías entre el campo y la ciudad?

En 2020 la cobertura del servicio de electricidad en Bolivia alcanzaba el 93.7%, de los cuales 99.1% corresponden a la cobertura urbana y 80.4% rural. El avance en cobertura rural ha sido significativo en los últimos 15 años, dado que en 2005 la cobertura era solamente del 33%. En Bolivia aún hay más de 200.000 familias que no cuentan con servicio eléctrico.

La pandemia ha sido un factor por el cual el avance de los proyectos de electrificación rural en 2020 ha sufrido demoras. Usualmente la ejecución de los proyectos se puede retrasar por problemas climatológicos. Con la pandemia se sumó el retraso en la producción y entrega de los equipos, y la limitada movilidad del personal del proyecto impuesta por las cuarentenas.

2Cómo, las energías renovables, pueden apoyar a la electrificación rural en el país?

Las soluciones tradicionales consisten en proyectos de extensiones de redes eléctricas para conectar las poblaciones rurales a la red nacional. Sin embargo, estas soluciones se encarecen a medida que se avanza para proveer el servicio para las comunidades más alejadas y dispersas del país.

Los proyectos de electrificación rural con energía renovable con sus distintas tecnologías permiten generar energía con fuente solar o eólica en áreas rurales alejadas con costos de inversión decrecientes. Son ejemplos los proyectos solares con baterías que financió el BID: El Remanso y Puerto Villazón en el departamento del Beni y El Espino en Santa Cruz de la Sierra. Estos proyectos sumaron más de 1,260 familias beneficiadas.

3La implementación de estos proyectos tienen la participación activa de los pobladores y/o demandantes de electricidad en las zonas rurales del país?

R. En la ejecución de los proyectos de electrificación rural participan activamente los pobladores beneficiarios. Es interesante como se puede palpar esta realidad cuando se realizan inspecciones de campo de las obras. Las madres, los abuelos, los hermanos y hermanas se acercan a los equipos de proyecto y les dicen con orgullo: mi hijo trabaja en el proyecto, mi papá ayuda a plantar esos postes, mi hermana es la conductora de la camioneta. Cada relato transmite la enorme satisfacción de haber participado contribuyendo al bienestar de la población. Desde el BID observamos esto como una clara señal de la apropiación de los proyectos por parte de los beneficiarios.

En el programa financiado por el BID se espera contratar un total de unas 2,700 personas entre profesionales, personal calificado y personal no calificado, y generar empleo indirecto tales como los servicios de provisión de alimentación o transporte para trabajadores, entre otros.

“A nivel mundial, las mujeres representan sólo el 20% de la fuerza laboral del sector energético,,,”

4En que zonas está trabajando de manera más significativa el BID con proyectos energéticos?

 

R. En los últimos 5 años el BID ha venido apoyando al sector en todos los departamentos del país. En fomento a la energía renovable, con el proyecto hidroeléctrico Misicuni y proyectos solares fotovoltaicos en el Beni y Santa Cruz. En acceso a la electricidad, través de los programas de electrificación rural en los 9 departamentos de Bolivia. En Integración energética regional, con más de 500 km de líneas de alta tensión a través de los proyectos Cochabamba-La Paz, Sucre-Padilla y Yucumo-San Buenaventura. En apoyo a las políticas públicas del sector, con el Programa de Fortalecimiento del Sector Eléctrico se apoyó de manera transversal al sector con un anteproyecto de ley de electricidad, la elaboración del plan de acción para ENDE promoviendo la equidad de género y la política nacional de eficiencia energética, entre otros.

Bolivia, tradicionalmente productor de hidrocarburos y con una matriz con alta incidencia de los combustibles fósiles, ¿podrá mudar fácilmente a una matriz energética más sostenible con el medio ambiente?

 

R. En los últimos años Bolivia ha venido avanzando hacia una matriz energética más amigable con el medio ambiente a través del aprovechamiento de sus fuentes renovables, con la incorporación de nuevos proyectos hidroeléctricos y de fuentes solares y fotovoltaicas.

 

La tendencia se observa en distintos sectores. La ciudad de La Paz, por ejemplo, cuenta con el teleférico impulsado 100% por electricidad. La movilidad eléctrica también está llegando al país y ya cuenta con una fábrica de este tipo de vehículos en la ciudad de Cochabamba. Ahora toca pensar en grande, es decir llevar la movilidad eléctrica a niveles de transporte de pasajeros, contar con centros de cargado que permitan impulsar la electromovilidad y avanzar con la fabricación de baterías utilizando el litio boliviano.

 

Por otra parte, con apoyo del BID en el mes de febrero tuvo lugar el primer taller de introducción y aplicativos a la tecnología del hidrógeno en Bolivia, en la que se mostró que esta tecnología es viable y se la puede impulsar con generación renovable local y puede aplicarse tanto en el transporte como en la industria.

 

6Considera que el sector energético practica la equidad de género en general y en Bolivia de manera particular?

 

R. A nivel mundial, las mujeres representan sólo el 20% de la fuerza laboral del sector energético. En América Latina y el Caribe al igual que en Bolivia, se están realizando esfuerzos para incrementar la presencia de las mujeres en este sector.

 

Desde el BID estamos apoyando la Política de Equidad de Género para la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), promoviendo una mayor participación de las mujeres en el sector identificando oportunidades para una mayor presencia incluyendo posiciones relevantes en el sector.

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