Buscar medidas apropiadas para promover la descarbonización, pasa por modelar los sistemas energéticos, una propuesta que vale la pena considerar…

 

  EDICIÓN 97 | 2021


ENERGÍABOLIVIA

 

En uno de los últimos reportes de “Global Warming of 1.5°C, 2018” del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático(IPCC por su sigla en inglés), se expone la situación actual del planeta con relación a las emisiones de carbono globales, las tendencias de crecimiento de estas, los impactos asociados al incremento paulatino de la temperatura global, los caminos a seguir para lograr una estabilización de las mismas y la necesidad de lograr limitar las emisiones de carbono para no cruzar la barrera de incremento de 1,5°C en relación a valores preindustriales.

 

En el informe presentado se considera al sector energético como el principal contribuyente de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, 34% de todas las emisiones el año 2010 considerando únicamente la provisión de energéticos, principalmente electricidad, a otros sectores económicos (IPCC, 2014), señala el trabajo de ENERGÉTICA denominado Modelamiento del Sistema Energético Boliviano al 2040 según metas del IPCC.

 

Agrega que si a este sector se le adicionan las emisiones de carbono asociadas al uso directo de fuentes de energía secundaria/procesada en otros sectores, como el transporte, la industria o residencial, el sistema energético representaría el sector más relevante en términos de emisiones de carbono a nivel global.

 

POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y CAMBIO DE COMPORTAMIENTO

 

Sostiene que bajo este enfoque es importante prestar especial atención a los sistemas energéticos de cada país y buscar medidas apropiadas para promover su descarbonización. Sin embargo, agrega que independientemente de las medidas consideradas en el sector energético, que usualmente se traducen en políticas, restricciones o guías de gestión en la generación, es necesario comprender que éstas deben estar acompañadas de cambios de comportamiento social de la población y los sectores demandantes de los recursos si es que se desea lograr los objetivos marcados (IPCC, 2018).

 

OBJETIVOS

 

En ese contexto, el objetivo principal del estudio presentado por Energética, bajo el título Modelamiento del sistema energético boliviano al 2040 según metas del IPCC, es modelarlo; analizar su evolución, las emisiones de carbono asociadas y medidas claves para garantizar la sostenibilidad del sistema en el horizonte 2020-2040, dentro el marco referencial propuesto por el IPCC en su informe especial 2018 (Global Warming of 1.5C).

 

Para lograrlo considera los siguientes objetivos específicos: Caracterizar y parametrizar las variables clave del sistema energético boliviano actual; Desarrollar un modelo tecno-económico que represente el sistema energético boliviano y su crecimiento potencial; Analizar escenarios alternativos para el desarrollo del sistema energético nacional en el horizonte 2020-2040 y; Definir medidas/políticas clave a considerar en el modelo nacional para lograr los objetivos de reducción de emisiones de carbono propuestos por la IPCC.

 

SITUACIÓN DEL SECTOR ENERGÉTICO EN BOLIVIA

 

A manera de contexto, refiere que Bolivia, ubicada en el centro de América Latina, cuenta con una población de aproximadamente once millones de habitantes y es un exportador neto de energía a nivel regional, debido principalmente a sus grandes reservas de gas natural.

 

En la Figura 1, explica que en miles de barriles equivalentes de petroleo (Kbep), extraída del último estudio de balances energéticos realizado a nivel nacional, representa el crecimiento que el sector tuvo en el periodo 2006-2018, dejando claramente al gas natural como el principal recurso energético del país al considerar exportaciones (casi el 80% de la oferta energética primaria total en el 2018). Acota que el petróleo y gasolinas ocuparían el segundo lugar, la biomasa el tercero y el resto de energías renovables el cuarto lugar de relevancia, en términos de cantidad.

 

MUY DEPENDIENTE DE LOS FÓSILES

 

Sostiene que la composición reflejada en la Figura 1 también deja entender que, el sistema energético nacional es muy dependiente del uso de combustibles fósiles haciéndolo un sector particularmente relevante al momento de analizar su impacto ambiental. Según datos del inventario nacional de emisiones de carbono el sector energético es el segundo contribuyente a la emisión total de gases de efecto invernadero a nivel Bolivia (Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 2004).

 

En este sentido, añade que es posible observar que los últimos documentos relevantes que de alguna manera consideran modelamiento, proyecciones o planificación del sector están relegados al sector eléctrico, siendo estos el Plan Óptimo de Expansión del Sistema Interconectado Nacional 2012-2022 (Ministerio de Hidrocarburos y Energia, 2012) y el Plan Eléctrico del Estado Plurinacional de Bolivia 2025 (Ministerio de Hidrocarburos y Energia, 2014), entre otros.

 

BALANCES ENERGÉTICOS

Explica que de acuerdo a los Balances Energéticos (BEN), la producción bruta de energía primaria en Bolivia creció de 40.792 a 150.074 Kbep entre el 2000 y 2018 (Ministerio de Hidrocarburos y Energia, 2015), (Ministerio de Hidrocarburos, 2019). Los mayores niveles de producción primaria por energético durante al periodo de análisis correspondieron al gas natural, llegando tener un valor de 139.882 Kbep el año 2014.

 

“Este crecimiento es explicado principalmente por el inicio de contratos de exportación de gas natural que Bolivia acordó con Brasil y Argentina. En lo que respecta al resto de los combustibles utilizados se entiende que el 13.9% corresponde a derivados de petróleo y 5,4% a energías renovables, incluyendo hidroenergía”, dice.

 

Agrega que dejando de lado los volúmenes de exportación, si se hace un análisis de la demanda interna de la energía en Bolivia es posible observar la composición de consumo, reflejada en la Figura 2, luego de que los combustibles primarios son procesados en centros de transformación y/o refinamiento.

 

CONSUMO PREDOMINANTE

 

Precisa, asimismo, que en la Figura 2 es posible observar que el consumo predominante de energéticos en el país corresponde a combustibles fósiles como el gas natural, la gasolina y diésel, utilizados principalmente en el sector transporte e industrial, acotando que los siguientes energéticos más representativos son la electricidad, que distribuye su uso en todos los sectores relevantes de consumo a nivel nacional, y la biomasa, utilizada principalmente a nivel residencial e industrial.

 

“Vale la pena aclarar que el sector eléctrico boliviano, hasta el año 1994, contaba con un sistema fuertemente representado por hidroeléctricas que cubrían mas del 60% de la demanda eléctrica. Sin embargo, la contribución de fuentes renovables fue cambiando de manera acelerada en los últimos 20 años en los cuales diferentes reformas políticas y económicas promovieron su desarrollo en un sentido opuesto”, señala.

 

Asimismo, indica que en la actualidad el sistema eléctrico nacional tiene una importante contribución de tecnologías de generación a base de combustibles fósiles, principalmente termoeléctricas de gas natural, siendo responsables de más del 70% de energía eléctrica generada (AE, 2016) y que según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, desde el año 2000 el sistema eléctrico es el segundo contribuyente de emisiones GEI del sector energético a nivel nacional, después del sector transporte (Ministerio de Hidrocarburos y Energía, 2015).

 

En este marco refiere que el Balance Energético de Bolivia se muestra en un diagrama de Sankey (Figura 3) que expresa los volúmenes de energéticos utilizados en las diferentes etapa del balance energético, hasta llegar a agrupar los consumos por sectores económicos a nivel nacional.

 

PRINCIPAL CONSUMIDOR

 

Destaca que esta representación, expuesta en la Figura 3 muestra que el sistema energético nacional tiene como principal consumidor al sector transporte con un consumo de 27.257 kbep para el año 2018, seguido del sector industrial, residencial, otros (agropecuaria, pesca y minería) y comercial, con consumos energéticos de 8.973, 6.429, 2.084 y 1.804 kbep respectivamente.

 

“Si estos datos son representados como porcentajes de participación, para el año 2017, es posible observar que el consumo de energía proveniente de fuentes fósiles representa el 92% de toda la demanda interna y que el sector transporte es el principal consumidor de energía, representando el 58% de toda la energía demandada a nivel nacional”, subraya.

 

“…el sector transporte es el principal consumidor de energía, representando el 58% de toda la energía demandada…”

 

Facebook
Twitter
LinkedIn
Energía Bolivia

FREE
VIEW